En San Antonio, que se encuentra en la ribera izquierda del Amazonas, donde desemboca en este rio el Putumayo, dividi la flotilla en dos secciones; la primera, compuesta de las unidades de combate "Córdoba", "Barranquilla" y "Pichincha", además, el transporte "Nariño" y dos lanchas gasolinas, esta sección fue destinada al ataque a Tarapacá; la segunda compuesta del "Mosquera" y del transporte "Boyacá", debia seguir, como en efecto siguió, a situarse arriba de la boca del Putumayo en el puerto de San Pablo de Olivenza, a una jornada de distancia de Leticia. De esta manera, obligaba al enemigo a dividir sus fuerzas, impidiendo que las concentrara en Tarapacá. Las fuerzas colombianas que llegaron a Belen del Pará, y que eran las únicas de que disponía para las operaciones militares tenían esta composición, según la lista orgánica del personel del destacamento que me presentó el general Rojas:
Oficiales Inferiors : 38 Oficiales Auxiliars : 10 Personal Administración : 40 Tropa : 698 TOTAL : 791 Además, el personal que había traído de Paris, y el General Roberto Payán, nombrado por mi Jefe de mi Estado Mayor General, en Belén del Pará. Con la sección del Putumayo marcharon la segunda compañia liviana, la de ametralladoras del Juanambú y el pelotón de sanidad. Con la de San Pablo de Olivenza, marchó el resto del Batallón Juanambú. Mi Cuartel General lo establecí en el "Córdoba". Solicité, ademas, que se me situaran refuerzos para tener listo el dispositivo que me permitiera marchar sobre Leticia y le expresé al señor Presidente:
Presidente. Bogotá. Número 7. Me permito insinuar que una o ambas cañoneras que están en Caucayá bajaran a Tarapacá trayendo la tropa que les quepa y dos piezas de artillería encontrándose conmigo en Tarapacá el dia del ataque. La artillería serviría para fortificar Tarapacá una vez recuperado, Servidor, Vazcobo." Era el momento para que concurriera a las operaciones militares, la expedición que se me había anunciado a París, y que estaría al mando del Capitán Julián Uribe Gaviria, Primer Designado para ejercer el Poder Ejecutivo. Pensaba siempre en el plan que se ejecutara primero con la toma de Tarapacá y después de Leticia. La fuerza solicitada me proporcionaría la ayuda necesaria. Una siquiera de las dos cañoneras que estaban en el Putumayo arriba, en Caucayá, podía bajar rápidamente una vez tomado Tarapacá. A este planobedeció la insinuación que hice al señor Presidente y no imaginaba que aquello estuviera ya descartado.
Vazcobo, a bordo del "Córdoba". Su número 7. Bajada cañoneras con tropas por Putumayo tropezará con posiciones de Yuvineto Florida y Puerto Arturo sin contar posibilidad ataques sorpresivos desde orilla río en cualquier punto; destacamento Putumayo debe asegurar parte alta río amenazado desde Güepi y San Miguel posiciones enemigas que pueden ser reforzadas desde Pantoja, Wilches o Iquitos. Bajada cañoneras tendría que ser protegida por aviones lo que disminuiría fuerzas aéreas contra Tarapacá. Colombia no puede empezar acción sino en territorio arbitrariamente ocupado por Peru. Min. Guerra, General Diaz, General Balcázar, General Uribe y General Dousdebes." Personal de Mando Para Las OperacionesDebo hacer mención especial del personal de mando que me acompañaba en las operaciones. Al pasar mi Cuartel General del "Mosquera" al "Córdoba", se embarcaron también conmigo el General Roberto Payán, dos oficiales artilleros que pertenecían al "Mosquera", el Mayor Domingo Espinel y el Sub-teniente Gabriel Piñeros y mi ayudante secretario, Maximo Doué. El Mayor Espinel es un oficial de artillería muy aprovechado, de conducta irreprochable, lo conoci cuando fué enviado a Francia con seis capitanes más, aperfeccionar sus estudios; jefe de la artillería en el "Mosquera", lo pasé al "Córdoba" como ayudante mío, no obstante que en el "Córdoba" estaba como jefe de los artilleros el Mayor Clodomiro Lozano, también magnifico oficial. El Sub-teniente Piñeros era uno de los encargados de los cañones antiaéreos del "Mosquera", cañones del mismo sistema de los que tenía el "Córdoba"; muy buen artillero, activo y disciplinado en el "Córdoba", debía ahora prestar sus servicios junto con el otro oficial de iguales cualidades, el joven Sub-teniente de artillería Ricardo de la Roche. En Ipiranga, hice la última organización, antes de seguir a la línea de frontera. Además del Mayor Clodomiro Lozano y de los Sub-tenientes Piñeros y de la Roche, quedaron en el "Córdoba", encargados de las diferentes piezas de artillería, cañones antiaéreos, cañones de 75/m franceses y ametralladores pesadas y livianas, el Capitán Rafael Rodriguez, el Teniente Ernesto Gómez y el Sub-teniente Augusto López, con los Sub-oficiales y tropa reglamentarios. Conservo de todos ellos muy grato recuerdo, por su disciplina, valor y serenidad en los momentos de peligro. A la cañonera "Barranquilla" hice pasar del "Córdoba" el Capitán Gabriel Collazos y al "Pichincha" el Capitán Gonzalo Fajardo, oficiales ambos de artillería de primera clase, que recibieron con entusiasmo la orden de ir a comandar los respectivos destacamentos militares. Estaban encargados de la conducción técnica de los buques de combate: Del "Barranquilla", los Capitanes Luis M. Galindo, Caicedo y Valenzuela, quienes tenían entre otros, el gran mérito de haber sabido conducir solos esa nave en el mayor trayecto entre Cartagena y la boca del Putumayo, donde me dieron alcance. Del "Pichincha", Capitán Bertram E. Taylor, Teniente Sam May, Teniente Carlos Galindo; Taylor, Sam May y otros de la tripulación del "Pichincha", colombianos oriundos de las islas de San Andrés y Providencia, muy buenos marinos, valerosos y competentes. En esas islas, puede el Gobierno de Colombia encontrar personal preparado para sus barcos de guerra. El "Córdoba", como ya lo he dicho, estaba bajo las órdenes de los jóvenes ingenieros Camilo Vázquez Carrizosa, Roberto Ancízar y Jorge Navarro, de cuyo comportamiento ya he hecho merecidos elogios en otras ocasiones. El "Nariño", buque transporte, hospital, estaba al mando del distinguido Capitán Carriazo. Cuerpo de Sanidad: Mayor Doctor Alberto Garcia Maldonado, en el "Nariño"; Doctor Sergio Reyes Moreno, en el "Córdoba", y en el "Barranquilla" el Médico Segundo, Alfonso Augusti Pastor; todos prestaron sus servicios con gran celo, actividad y patriotismo. Hago mención especial también, del radiotelegrafista del "Nariño", Señor Mello Tilho, brasileño, y de manera calurosa del abnegado radiotelegrafista del "Córdoba", el joven francés Jean Guigon, quien dia y noche y en los momentos de más peligro, permaneció en su puesto. Deploro, por falta de documentación, no poder nombrar, uno por uno, a mis queridos compañeros de la Expedición al Putumayo, entre ellos el diligente cocinero del "Córdoba", el simpático "Cauca", el Asistente Liévano, y "Media Luz", mi corneta, de quienes vivo profundamente agradecido. El día 13 de febrero nos amaneció en Ipiranga, habiendo trabajado gran parte de la noche en el aprovisionamiento de leña para el "Córdoba" y en sus obras de atrincheramiento; an las horas de la mañana el "Nariño" debia hacer el embarque de combustible y dispuse continuar la marcha a las once de la mañana, para acercarnos a la frontera, linea Tabatinga-Apaporis. El General Rojas, que estaba alojado en el "Nariño", me pidió pasarse al "Córdoba" a lo cual accedi muy gustoso; momentos después, con motivo del grave accidente sobrevenido en el "Córdoba", que voy a relatar, se pasó a la lancha "Magdalena" que estaba al costado y regresó de nuevo al "Nariño", hasta el día siguiente por la mañana en que volvió, acompañado del Coronel Acevedo, a conferenciar conmigo. Llegado el momento de partir, el "Córdoba" soltó sus amarras que lo retenían tierra, y al separarse de la orilla del rio, comenzó a inclinarse de lado, debido a que las bodagas del carbón estaban casi vacias y al mucho peso, mal distribuido de los sacos de arena de los atrincheramientos, lo que habia desplazado el centro de gravedad produciéndose la inclinación que seguia aumentando. Esos fueron momentos difíciles: El commandante del "Córdoba", Capitán Vázquez, ordenó volver a asegurar los cables que retenían el buque a tierra, por pronta providencia, y a mi vez dispuse que todos se apresuraran a pasar al lado opuesto los sacos de arena, quitándolos del lado donde se producía la inclinación, para dar estabilidad a la nave; al mismo tiempo ordené al Teniente Ancízar que fuera al piso bajo a ver si las ventanillas de los camarotes de la tripulación estaban cerradas, como lo había dispuesto el Capitán Vázquez; desgraciadamente, por motivo del calor, los marineros las dejaron abiertas y por alli entraba el agua, aumentándose así el desequilibrio del buque. La oficialidad y la tropa conservaron completa serenidad, manteniéndose a bordo, empleándose en aligerar la nave y logrando, después de muchos esfuerzos, cerrar herméticamente las ventanillas, con lo cual se impidio que siguiera hundiéndose el barco. El commandante del "Córdoba" ordenó hacer funcionar las bombas para extraer el agua que había inundado las bodegas llenándolas luego con leña, en lo cual fue hábilmente secundado por el teniente Jorge Navarro; con estas operaciones el "Córdoba" volvió a recuperar su estabilidad normal y a las tres de la tarde pudimos continuar la marcha. La flotilla siguió toda a situarse a unos mil metros abajo del marco de cemento que señala la frontera, en la ribera derecha del Putumayo; llegaba ya la noche y ordené esperar allí, para emprender al día siguiente las operaciones militares sobre Tarapacá. Cuando subíamos este trayecto del Putumayo, vimos tres aviones peruanos que nos vigilaban de lejos, volando sobre el trapecio de Leticia. El día 14, por la mañana, vinieron a bordo del "Córdoba", el General Rojas y el Coronel Acevedo, que estaban en el "Nariño", para informarse de la situación y concertar conmigo las operaciones militares; el Mayor Boy, con los otros tres aviadores había pasado la noche en el sitio llamado "El Refugio", varios kilómetros abajo donde hay una casa habitada por un brasileño, de apellido Cardozo a quien había hecho subir al "Córdoba", en Ipiranga, como práctico, conocedor del rio. A las ocho de la mañana, despaché en una lancha gasolina, con bandera de parlamentario, al subteniente Jorge Hernández, acompañado de un motorista y un práctico, para que llevara al jefe de las Fuerzas enemigas em Tarapacá, el ultimátum que había redactado y que dejo transcrito más arriba. El subteniente Hernández aceptó con entusiasmo la delicada misión que le confiaba, la que fue cumplida con toda actividad; mientras tanto quedamos a bordo, sin movernos; esperando el regreso del parlamentario, lo que se efectuó al poco tiempo, e informe:
Nos encontrábamos en el escritoror del "Córdoba" oyendo y comentando la relación que nos hacía el subteniente Hernández, cuando el Capitán del "Córdoba" me hizo avisar que tres aviones peruanos acababan de lanzar una descarge de bombas contra la proa de la nave, cayendo a corta distancia. Immediatamente salí a situarme sobre el puente y ordené romper los fuegos contra los aviones enemigos que volaban alrededor del "Córdoba", aproximándose con arrojo en la esperanza de hacer caer las bombas sobre el buque; es verdad que muchas cayeron al rio a corta distancia de la nave. Las pronósticos venidos de Lima y Rio de Janeiro sobre asalto de nuestra Flotilla, en aguas brasileñas, por la aviación peruana, acababan de realizarse, a Dios gracias, sin éxito, contra nosotros. En la noche del día 14, convoqué a bordo del "Córdoba" al General Rojas, al Coronel Acevedo y al Mayor Boy, con quienes concerté las operaciones que debían desarrollarse al día siguiente; el General Rojas me manifestó que había resuelto pasarse al "Barranquilla". En la mañana del día 15, dirigi al Excmo. Señor Presidente el siguiente telegrama:
A las nueve noche anterior, conferencié con Boy, Rojas,Acevedo. Quedó convenido lo siguiente: hoy miércoles a las ocho de la mañana saldrá de su base nuestra Escuadrilla aérea y se dirigirá sobre Tarapacá secundando acción cruceros que a la misma hora harán un avance metódico, limitado, sobre Tarapacá, para evitar emboscadas, sorpresas enemigo, iremos lentamente en estos tres kilómetros que nos faltan para llegar al propio Tarapacá. No hay novedad. Servidor. Vazcobo. Muy temprano envié instrucciones escritas a los Capitáns Collazos del "Barranquilla" y Fajardo, del "Pichincha"; el fuego de artillería debían intensificarse a partir de las siete de la mañana y a esa hora, los buques debían principiar a moverse hacia adelante, precedidos por una lancha gasolina armada de una ametralladora pesada, a órdenes del subteniente Augusto López. A la hora indicada, todos los movimientos se ejecutaron con precisión matemática; los efectos de nuestra artillería causaron un verdadero pánico en el enemigo, quién resistió algún tiempo y sólo pensó después en sustraerse al alcance de nuestros proyectiles abandonando la posición fortificada de Tarapacá, sus cañones, municiones y otros elementos de guerra. El documento divulgado por el Comando peruano sobre este particular dice asi: TROPAS PERUANASEfectivo. - El efectivo del destacamento era de 90 hombres de tropa, de los cuales 24 artilleros y 66 de infantería. Comando. - Comandante del destacamento Teniente de Infantería Gonzalo Diaz; Jefe de Artillería Alférez César Linares; Jefe de Infantería Subteniente Antonio Cavero. Armamento. - La artillería disponia de dos piezas sistema Krupp de montaña modelo 1894. La tropa, tanto de Infantería como de Artillería estaba dotada de fusiles Mauser O.P. Modelo 1909. La Infantería contaba además con un fusil ametralladora Hotchkiss No.13. Municion. - Cada soldado de artillería tenia una dotación de 105 cartuchos de fusil F.H. Cada soldado de infantería, una dotación de 200 F.N. En el P. C. Existia una reserva en munición de 3 cajones de cartuchos de fusil F.H. La Artillería tenía una dotación de 50 granadas por pieza. La pieza de ametralladora, tenía 12 cofres de munición. El Puesto de Comando, está situado en el cerro Tarapacá. Las tropas establecidas EN CORDON a lo largo del Putumayo: A 300 m. al E. de la boca del rio Cotuhé, 30 hombres de infantería atrincherados en un sistema de trazado en cremallera al mando del Subteniente Cavero; 400 m. más al E. de esta fracción una pieza de artillería al mando del Sargento 2nd Francisco Torres Alvardo, con un efectivo de 12 hombres; a 500 m. de distancia de esta pieza y siempre hacia el E. 15 hombres de infantería ocupando emplazamiento de máscaras individuales, al mando del Sargento 2nd Santa Maria: A un kilómetro más al Este de esta fracción, una pieza de artillería al mando del Sargento 2nd Bartolomé Torres con 12 hombres, encontrándose esta pieza próxima de la quebrada Torres. Un kilómetro al Este de la quebrada "Torres", un fracción de 15 hombres de infantería al mando del Sargento primero Arias, ocupando emplazamientos protegidos por máscaras individuales, hallándose esta fracción próxima del desaguadero de la laguna Ukube. Source: Pro Patria by General A. Vazquez Cobo. Back to Table of Contents: Booklet No. 7, Leticia Conflict Back to El Dorado List of Issues Back to Master Magazine List © Copyright 1998 by The South and Central Military Historians Society This article appears in MagWeb (Magazine Web) on the Internet World Wide Web. Other military history articles and gaming articles are available at http://www.magweb.com |